Mojo el papel derramando lágrimas de sangre

6 de enero de 2015

PRECIPITAME.

¿Y esta manía que tenemos los humanos de tirarnos por un precipicio?


Sí, sí, un precipicio llamado amor. 



Creemos que todo es perfecto tal y como lo tenemos. Que no necesitamos más para vivir. Que nuestros amigos, que nuestra familia, son perfectos. Que lo darías todo por ellos y si les pasa algo jamás podrías recuperarte de los daños que esto te causaría. Y entonces... nos precipitamos. 



Llega alguien. Alguien más. Alguien por quien harías cualquier cosa que jamás pensaste. Cosas imposibles, tan imposibles que a veces hasta te llegan a asustar.

Llega alguien por el cual nos precipitamos al vacío mas oscuro. Al abismo mas profundo. Al bombardeo más inesperado.
Llega alguien por el que no sabes bien que pasa pero lo darías todo por él. Alguien que nos revuelve el estómago. 
¿Mariposas?, más bien abejas asesinas. 


Llega alguien por el que no tienes que fingir quien eres. 

Llega alguien con el que eres la mejor versión de ti.
Llega alguien que comparte lo mejor de ti y lo peor. Alguien al que le permites verte llorar y ser débil. 
Llega alguien que te hace coger la seguridad que te falta.
Llega alguien que en definitiva todo lo cambia. Alguien que enciende la vida. 


Llega alguien por el que eres capaz de construir hasta una escalera para que sea capaz de cruzar el muro que le tienes adjudicado a los demás y se corone como el rey de tu vida, o de tu corazón. ¿Hay algo más mágico que poder conseguir que alguien construya escaleras para abrirse a la gente? 



De todos modos, deberías saber que no me precipito al vacío más oscuro, ni al abismo más profundo por ti y ni mucho menos esperes que me apunte al bombardeo más inesperado contigo. Voy a hacer más que eso, voy a tirarme del precipicio al vacío con el paracaídas que nos salvará al final de la caída, por nosotros. Voy a tirarme al abismo con bombonas de oxigeno de 10 kilos si hace falta para que no nos ahoguemos, por nosotros. Voy a llegar con desactivadores de bombas para salir ilesos, por nosotros. Para salir ilesos de esto que es el amor. Eso y más, porque si es por nosotros todo vale la pena.  


15 de diciembre de 2014

Sometimes.

Y a veces,cuando te necesite,tu no estabas.          
O igual si, pero se notó,demasiado poco.                                                         
                                                   

26 de diciembre de 2013

¿Un día mas o un día menos?

Para mí la navidad no se salía de lo común. 
Eran vacaciones, sí, pero todo seguía estúpidamente igual que antes. 
Llegaban las tan esperadas comidas y cenas familiares y con ellas mis ganas de salir corriendo de casa y desaparecer sin decir nada, para que nadie pudiese encontrarme. Apagar el teléfono y que nadie pudiese llamar ni localizarme. Pero no podía, mi deber era ir allí, sentarme en una silla y comer tranquilamente, mientras me hacía pedazos por dentro al ver a todos reunidos en aquel lugar caliente y hogareño, felices, con sus parejas, con sus hijos, con sus vidas completamente perfectas, mientras yo me ahogaba en mi profunda depresión y mi mente se evadía de cada conversación, de cada palabra para estar conmigo misma, acompañada de treinta-y-cuatro personas pero completamente sola, así era como me sentía y no había forma de escapar. Sentada alrededor de todos se me humedecían los ojos pensando que cuando me fuese a casa nada habría cambiado. Mi abuela seguiría en el mundo de los ángeles, mi abuelo la seguiría en breve, mis padres seguirían siendo mis mejores enemigos y mis amigos ni siquiera saldrían a buscarme si me atropellase un camión, un tren o si contrajera una grave enfermedad. 
La navidad era como cualquier otro día de la semana, en casa, con el ordenador, con la televisión o la play y el año nuevo, algo tan especial para los demás en mi se convertía de nuevo en algo odioso y detestable. Celebrando el 31 de diciembre con todos a mi alrededor y a la vez tan completamente sola, con las lágrimas en los ojos y entrado en la comisura de mi boca, rozando mis labios. Celebrando algo que lo único que me traería en la vida eran desgracias, nada agradable, lo sabía. Y como podía contar los días del nuevo año ¿era un día mas que había vivido o ya me quedaba un día menos para morir?.